El hombre nació del llanto de las cornisas al llover.
Creció en el barro siendo un charco, un reflejo.
Hasta que ese reflejo tomó la forma de una orma
y nos vimos envueltos en un pisoteo cruel.
Siendo testigo del camino que no recorrimos,
maldiciendo delante de los ojos de la Inocencia.
Rota, obsoleta, masticada y mil veces escupida.
Pero alguien vendrá y la recogerá del suelo,
temblorosa, encogida, desnuda.
Entre paños verdes de esperanza te suplicará:

cuando tus dioses renazcan del odio,
acuérdate de esa Inocencia que desperdiciaste,
maltratada por el intento de ser alguien.
El amor es el dolor de mi sonrisa."-
Bastará que llores para que una lagrima vuelva a tomar forma.
Y vuelva a caer a la tierra,
desapareciendo para siempre con el impacto.
Instantáneo , tán rapido que apenas se podría decir que existió.
Como nuestras vidas.
Pero mientras sigan derramandose gotas de agua,
de las cornisas, de los llantos, de las fuentes,
algo de todo esto tendrá sentido.
Porque somos aire
y fuego y tierra
y agua.
ShepherdOfTheTrees
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